En un año marcado por debates migratorios, un grupo de senadores busca reformar la detención de inmigrantes acusados de delitos graves.
En un ambiente cargado de tensiones políticas y con la migración perfilándose como uno de los temas candentes de las elecciones, un grupo de senadores demócratas e independientes ha presentado este jueves un proyecto de ley que permitiría al gobierno federal solicitar órdenes judiciales para la detención de migrantes acusados o condenados por crímenes violentos.
Este paso representa un cambio notable en la postura de los demócratas respecto a la política de aplicación de las leyes migratorias, señalando una voluntad de enfocarse en los aspectos de seguridad sin dejar de lado los derechos civiles de los migrantes.
El proyecto, motivado en parte por incidentes criminales recientes atribuidos a inmigrantes sin estatus legal permanente, como el asesinato de la estudiante de enfermería Laken Riley en Georgia, busca responder a las demandas de seguridad pública sin caer en generalizaciones o estigmatizaciones.
Los senadores Sherrod Brown, Tammy Baldwin, Bob Casey, Chris Murphy, junto con los independientes Kyrsten Sinema y Angus King, lideran esta iniciativa, enfrentando inmediatamente la crítica de los republicanos, quienes ven en la propuesta una maniobra electoralista más que una solución genuina a los desafíos migratorios del país.
Este proyecto de ley busca otorgar a las autoridades locales y federales las herramientas necesarias para asegurar que los inmigrantes acusados o declarados culpables de delitos graves puedan ser retenidos eficazmente hasta su posible deportación. A diferencia de las actuales “solicitudes de retención” emitidas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que han generado controversia y debates sobre su constitucionalidad, esta ley buscaría una cooperación más estructurada y respetuosa de los derechos garantizados por la Cuarta Enmienda.
Los republicanos, por su parte, han intentado llevar al Senado la “Ley Laken Riley”, aprobada recientemente en la Cámara de Representantes, la cual exigiría a las autoridades federales detener a inmigrantes no autorizados acusados de robo. Sin embargo, esta propuesta ha encontrado obstáculos en el Senado, especialmente por parte del senador demócrata Dick Durbin, quien bloqueó su examen rápido.
En este contexto, los demócratas, liderados por figuras como Murphy, buscan presentar una alternativa que, según ellos, aborde genuinamente uno de los problemas del sistema migratorio actual sin caer en la demonización de los inmigrantes. Sin embargo, la viabilidad de esta propuesta en un Congreso dividido y en un año electoral sigue siendo incierta, planteando interrogantes sobre la posibilidad de alcanzar compromisos significativos en materia de política migratoria.
Mientras tanto, la Comisión Nacional Senatorial Republicana ha criticado la propuesta, acusando a los demócratas de intentar desviar la atención de los problemas en la frontera con medidas que consideran insuficientes.