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Sigue viva la tarjeta de la Unidad: Se abre una prórroga negociada

Sigue viva la tarjeta de la Unidad: Se abre una prórroga negociada

Entre prórrogas inesperadas y negociaciones políticas, la Mesa de la Unidad Democrática busca asegurar su participación en las presidenciales del 28 de julio.


La política venezolana no deja de sorprender. Lo que parecía ser el cierre definitivo del periodo de postulaciones para las próximas elecciones presidenciales del 28 de julio, ha tomado un giro inesperado. La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), enfrentando una serie de obstáculos que parecían insuperables, se encuentra ahora ante una ventana de oportunidad que podría cambiar el panorama electoral del país.

Según el periodista Eugenio Martínez, en un proceso calificado de suigéneris, el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha permitido a la MUD «reservar» un puesto entre los candidatos postulados, aunque sin nombrar a uno en específico. Esta decisión, que parece estar más en el terreno de la discrecionalidad del CNE que en el de los procedimientos establecidos, abre un espacio de negociación política entre la Plataforma Unitaria y el Gobierno de Maduro.

Lo que esto significa para la MUD es la posibilidad de mantenerse en juego electoralmente, aunque bajo condiciones que aún se están negociando. La pregunta que surge es si la candidatura de Corina Yoris, bloqueada durante el proceso formal de postulaciones, podrá finalmente ser inscrita en este periodo extraordinario. Las esperanzas son tenues, pero la lucha por una representación justa en las elecciones sigue viva.

Por otro lado, Alejandro Hernández, director de La Gran Aldea, reporta que, tras gestiones realizadas por Gerardo Blyde, el CNE ha decidido otorgar una prórroga de doce horas más a la tarjeta de la Unidad para postular a un candidato. Hasta el momento, José Luis Cartaya es la persona encargada de llevar a cabo la postulación por parte de la MUD, aunque aún no se ha confirmado ningún nombre.

Este escenario plantea un desafío significativo para la oposición venezolana. Por un lado, existe la posibilidad de reafirmar su compromiso con el proceso democrático y la participación ciudadana. Por otro, enfrenta la incertidumbre de negociar en un terreno marcado por la discrecionalidad y las decisiones arbitrarias del CNE.