El presidente francés advierte sobre posibles campañas de desinformación de Rusia en el contexto de las próximas Olimpiadas en París.
En un contexto de creciente tensión internacional, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha puesto el foco sobre una preocupación que trasciende el ámbito deportivo: la desinformación rusa en los próximos Juegos Olímpicos de París. Durante la inauguración del Centro Acuático Olímpico en Saint-Denis, al norte de la capital francesa, Macron no ha dudado en expresar sus temores respecto a las posibles interferencias que podrían empañar la celebración de este magno evento deportivo, programado para mediados de 2024.
«No tengo ninguna duda, incluyendo en términos de información», declaró Macron, aludiendo a la amenaza que supone Rusia en el terreno de la desinformación. Estas declaraciones se producen en un momento de especial sensibilidad, tras una conversación entre los ministros de Defensa de Rusia y Francia, Serguéi Shoigu y Sébastien Lecornu respectivamente, que ha dejado evidencia de las discrepancias y tensiones entre ambos países.
La situación se complica aún más teniendo en cuenta el reciente atentado en Moscú, reivindicado por el Estado Islámico, que ha llevado a Francia a decretar el nivel máximo de alerta. En este escenario, las palabras de Macron resuenan con especial fuerza, subrayando la importancia de estar prevenidos ante cualquier intento de manipulación o desinformación que pueda surgir en el contexto de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Los Juegos, que se esperan con gran anticipación no solo por el espectáculo deportivo sino también por la reunión de culturas y naciones que representan, enfrentan el desafío de asegurar no solo la seguridad física de los participantes y espectadores sino también la integridad de la información que circule en torno a ellos. Con gran cantidad de espectadores esperados, la tarea de proteger el evento de influencias externas malintencionadas es monumental.