El gobierno de Guyana condena la nueva legislación venezolana como una violación al derecho internacional y un desafío a la soberanía territorial.
En un reciente escenario de tensiones geopolíticas en Suramérica, el gobierno de Guyana ha levantado la voz en condena contra la promulgación de la «Ley Orgánica para la Defensa de la Guayana Esequiba» por parte de Venezuela, marcando un nuevo capítulo en la prolongada disputa territorial entre ambas naciones. Este acto legislativo ha sido calificado por Guyana como una «flagrante violación del derecho internacional» y una suerte de anexión ilegal de lo que ellos consideran una parte de su territorio.
A través de un comunicado oficial, el gobierno guyanés ha expresado que esta ley venezolana se erige no solo en contradicción con la Carta de las Naciones Unidas, sino también con la Declaración Conjunta de Argyle, además de transgredir los principios y compromisos asumidos por Venezuela. «Este acto ilegal pone en entredicho el compromiso de Venezuela con un acuerdo pacífico alcanzado el 14 de diciembre de 2023», destaca el comunicado, en referencia a las conversaciones de paz sostenidas en San Vicente y las Granadinas.
En respuesta a esta situación, Guyana ha notificado a la comunidad internacional, incluidos los Gobiernos de la Comunidad del Caribe (CARICOM) y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), así como al secretario general de las Naciones Unidas y al secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), sobre su rechazo a cualquier acción que atente contra su soberanía. El documento enfatiza: «Los guyaneses defenderán los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas para la solución pacífica de las disputas».
La controversia territorial, centrada en la disputa sobre la validez del Laudo Arbitral de 1899, sigue pendiente ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), instancia que Guyana considera el medio adecuado para resolver esta diferendo, esperando una decisión final y vinculante para ambas partes.
Las tensiones se agudizaron tras las recientes declaraciones del presidente venezolano Nicolás Maduro sobre su homólogo guyanés, Irfaan Ali, las cuales fueron tachadas por Guyana de «ofensivas e indignas», considerándolas además una amenaza a la paz regional.