ORO

El resplandor del oro en tiempos de incertidumbre: Nuevos récords ante la crisis geopolítica

La búsqueda de refugio económico impulsa el valor del oro a máximos históricos en medio de crecientes tensiones en Medio Oriente.

En un giro que refleja la constante búsqueda de estabilidad en un mundo sacudido por conflictos y crisis económicas, el oro ha vuelto a captar la atención global, marcando un nuevo hito en su ya legendaria historia como bastión de seguridad financiera. Este miércoles, el metal precioso no solo brilló por su valor intrínseco, sino también por su capacidad de servir como ancla en las turbulentas aguas de la geopolítica internacional, estableciendo un récord que habla volúmenes de su perpetuo atractivo.

«El lingote dorado se benefició de la debilidad del dólar y de un aumento de las tensiones geopolíticas», señaló Frank Watson, de Kinesis Money, resumiendo el sentimiento del mercado. Este auge viene impulsado, en parte, por las maniobras de los bancos centrales, particularmente por el Banco Central ruso, cuya estrategia de incrementar la porción de oro en sus reservas a 24,5% desde un 20% en 2020, revela no solo una apuesta por la seguridad, sino también un intento de diversificación frente a un panorama internacional incierto.

La llamada ‘desdolarización’ de las reservas rusas, motivada por las sanciones internacionales tras la invasión de Ucrania, es solo un capítulo en la compleja trama que hoy posiciona al oro en el centro del escenario económico mundial. «Hay fuertes compras de los bancos centrales, que aumentan sus reservas de oro», apunta Shaun Osborne, estratega en jefe para el mercado de cambios en Scotiabank, evidenciando una tendencia global hacia la consolidación de valores refugio.

Este escenario se ve exacerbado por los recientes acontecimientos en Medio Oriente, donde las tensiones entre Irán e Israel alcanzan nuevos picos de intensidad. La promesa de Irán de responder al ataque atribuido a Israel contra su consulado en Damasco, que resultó en al menos 13 muertes, subraya la fragilidad de la paz en la región y motiva a inversores a nivel mundial a buscar seguridad en el oro y otras materias primas.