Un eclipse total ocurre cuando la Luna se sitúa exactamente entre la Tierra y el Sol, bloqueando temporalmente su luz en pleno día.

Un espectáculo celestial: América del Norte maravillada por el eclipse solar

Un espectáculo celestial: América del Norte maravillada por el eclipse solar

Desde México hasta Canadá, millones fueron testigos de la oscuridad en pleno día durante el fascinante eclipse solar total que cruzó el continente.

Este lunes, América del Norte fue el escenario de uno de los fenómenos astronómicos más impresionantes y esperados: un eclipse solar total. Desde México hasta Canadá, pasando por Estados Unidos, el evento cósmico dejó a oscuras, uno tras otro, una serie de ciudades, sumergiendo a millones en la asombrosa experiencia de la totalidad, donde el día se convirtió en noche por unos minutos.

El inicio del eclipse se dio en la costa del Pacífico de México a las 11H07 horas locales, donde el sol se ocultó completamente detrás de la luna, creando una espectacular corona de fuego. Este fenómeno, que no se repetirá en el mismo lugar en 300 años, fue presenciado por el presidente Andrés López Obrador desde la ciudad costera de Mazatlán, mientras que en Ciudad de México, las multitudes se reunieron alrededor del Ángel de la Independencia para observar un ocultamiento parcial.

La noche llegó en plena mañana durante varios minutos en el puerto mexicano de Mazatlán, primer punto en tierra donde se pudo apreciar el eclipse total de sol.

La trayectoria del eclipse atravesó Estados Unidos, afectando a una región donde residen casi 32 millones de personas, y culminó en la costa atlántica de Canadá. A lo largo de este «camino de la totalidad», el evento movilizó no solo a residentes locales sino también a millones de turistas, quienes viajaron de diversos puntos del globo para ser parte de esta rara ocasión. Ciudades y pequeños pueblos se convirtieron en epicentros de celebración, con festivales, fiestas e incluso bodas organizadas para coincidir con el eclipse.

En Ingram, Texas, a pesar de un cielo nublado, los espectadores pudieron disfrutar del eclipse, una experiencia que, según Gary Christensen, un abogado que viajó desde Oregón, fue «genial» y absolutamente memorable. Mientras tanto, en Montreal, Canadá, los oficinistas aprovecharon la pausa laboral para capturar el momento con sus cámaras y teléfonos, equipados con gafas especiales para eclipse.

La luna cubre parcialmente el sol detrás de la Estatua de la Libertad en Nueva York, donde miles de personas salieron de los rascacielos para presenciar la penumbra.

El fenómeno no solo capturó la imaginación del público general sino también la de científicos y astronautas. La NASA aprovechó la ocasión para lanzar cohetes sonda con el objetivo de estudiar los cambios en la ionosfera, una capa de la atmósfera terrestre esencial para la transmisión de señales de comunicación. Incluso desde el espacio, los astronautas de la Estación Espacial Internacional pudieron observar la impresionante sombra de la Luna sobre la Tierra.

La magnitud del evento fue tal que impulsó a la aerolínea Delta a organizar vuelos especiales a lo largo de la trayectoria del eclipse, mientras que muchas escuelas en la zona optaron por cerrar, permitiendo a estudiantes y profesores sumarse a los millones de espectadores.

Este eclipse solar total, un recordatorio de la maravillosa precisión del cosmos, donde la Luna y el Sol, a pesar de sus diferencias de tamaño, logran alinearse perfectamente, ha dejado una marca imborrable en quienes tuvieron la fortuna de presenciarlo. Con el próximo evento de esta magnitud en Estados Unidos previsto para 2044, y uno en España en 2026, la expectativa y la fascinación por estos espectáculos celestiales solo seguirán creciendo.