BAYER

Año perfecto a nivel nacional para el Leverkusen tras imponerse 1-0 en la Copa de Alemania ante el Kaiserlautern

Los dirigidos por Xabi Alonso completaron un año perfecto a nivel nacional, al conseguir el doblete tras ganar la Bundesliga y la Copa de Alemania sin sufrir alguna derrota.

Un tempranero gol de Granit Xhaka le bastó a Bayer Leverkusen para adjudicarse este sábado por segunda vez en su historia, la Copa de Alemania, tras derrotar por 1-0 a Kaiserlautern, en un partido disputado en el Estadio Olímpico. de Berlín ante más de 74.000 espectadores.

De esta forma, los dirigidos por Xabi Alonso completan un año perfecto a nivel nacional, al conseguir el doblete, es decir ganar tanto la Bundesliga como la Copa de Alemania sin sufrir alguna derrota. La única mancha en el currículo de esta temporada de los aspirinos es la derrota en la final de la Europa League ante Atalanta por 0-3.

Xhaka aprovechó un balón que le quedó cómodo para rematar desde larga distancia, en el minuto 16, y derrotar la resistencia del portero Julian Krahl. Eran los momentos en que el control absoluto del partido lo tenía Leverkusen, frente a un equipo de la segunda liga que demostró escasos argumentos a lo largo del encuentro, a pesar de jugar más de la mitad del tiempo con un hombre más tras la expulsión de Odilon Kossounou, por doble amarilla, en el minuto 44.

La expulsión de Kossounou obligó a Alonso a replantear tácticamente el partido, replegando a sus hombres para buscar contragolpes, que en el segundo lapso se repitieron, aunque sin que los atacantes pudieron concretar las ocasiones en goles que dieran más tranquilidad a los miles de fanáticos que viajaron a Berlín para ver a los flamantes campeones de la Bundesliga.

El segundo tiempo se vio brevemente interrumpido porque la fanaticada de Kaiserlautern lanzó fuegos artificiales y bengalas. Una vez reanudado el juego, Kaiserlautern buscó perforar la valla defendida por el finlandés Lukas Hradecky principalmente desde la media distancia, con un par de buenas oportunidades surgidas de los disparos de Ragnar Ache.

Tras los seis minutos de tiempo adicional, finalmente los aspirinos pudieron celebrar su doblete y levantar la misma copa que ya habían conseguido en 1993.