Por JAIME GRANDA
Corrupción desata guerra en chavismo. Mugabe marca el paso. Ex vicepresidente José Vicente Rangel denuncia política económica del gobierno. Eso mismo hace ex presidente de la petrolera estatal y actual embajador de Venezuela ante la ONU, Rafael Ramírez.
El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor Diego Padrón, dijo el lunes que si el diálogo entre Gobierno y oposición pautado ahora para los primeros días de diciembre «no llega a mejorar la situación, entonces volveremos a perder una ocasión muy importante para lograr la estabilidad del país y que alcancemos lo que todos deseamos».
Son millones de venezolanos los que ruegan por el regreso de la estabilidad. Eso comienza por la estabilidad de los precios para dar sosiego emocional a las familias, a los comerciantes y a todos los funcionarios movilizados cada día para supervisar unos precios afectados gravemente por la hiperinflación.
La estabilidad de los precios de los alimentos, las medicinas, los servicios públicos, los pasajes y todo lo que implica la tranquilidad del país, debería ser una meta real de los gobernantes.
Según cálculos del Centro de Documentación y Análisis de los trabajadores (Cenda) la Canasta Básica Familiar ha tenido una variación intermensual de 47,9% y es la más alta registrada en los últimos 20 años. Su costo se ubicó en Bs. 2.727.606,37
En esas condiciones, para esta semana un trabajador necesitaría un mínimo de 90.920 bolívares diarios para cubrir sus gastos básicos en alimentación.
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En cuanto a las variaciones por rubros, los 11 rubros que conforman la canasta alimentaria registraron incrementos significativos respecto a sus costos de octubre. La variación de precios de carnes y sus preparados fue de 89,9%, la más alta; pescados 66,0%; mayonesa, salsa de tomate y vinagre 63,4%; grasas y aceites 49,7%; frutas y hortalizas 46,6%; leche, quesos y huevos 41,9%; raíces, tubérculos y otros/verduras 31,9%.
El jueves, los consumidores seguían sin confirmar si los nuevos precios que el Gobierno califica como «acordados» se cumplirían porque el pollo y carnes, azúcar, café, arroz y otros seguían sin llegar a los expendios.
Las dudas sobre esos precios aumentaban porque fueron anunciados antes que la criticada Asamblea Nacional Constituyente aprobara, al final del martes 21, la Ley Constitucional de Precios Acordados.
Tampoco se esperan efectos positivos si la Constituyente modifica la Ley de Precios Justos para nombrar fiscales comunales contra los comercios, como anunció.
El domingo, el ex vicepresidente, periodista y conductor de un programa televisivo, José Vicente Rangel, enfatizó: «Es insoportable el costo de la vida. Imposible callar ante el fenómeno que afecta por igual a todos los habitantes de este país. Sin excepción sin distingo (…) los venezolanos y venezolanas estamos contra la pared» y agregó que las explicaciones que dan el gobierno y los empresarios no convencen a los consumidores agobiados.
José Antonio Gil Yepes, director de Datanálisis, alertó el martes que el Gobierno debe cambiar sus políticas económicas para acercarse a una democracia.
Todos coinciden, al igual que la Asamblea Nacional, que el Gobierno debe abandonar el sistema cambiario que rige en el país desde 2003.
Varios disidentes del Gobierno han sido más claros al decir que para que haya estabilidad económica, la cúpula del Gobierno debe colocar el bienestar colectivo por encima de su bienestar personal. Los funcionarios que se están llenando con el dólar exclusivo a 10 bolívares, deben admitir la imperiosa necesidad de eliminarlo y acabar con el control cambiario. Buscar una paridad única para impedir que sigan proliferando la corrupción, la inflación, la devaluación de la moneda y la escasez de productos de la dieta diaria para todos los venezolanos. Sin estabilidad económica no hay estabilidad emocional y no puede haber Navidad feliz, como quiere el régimen.
La corrupción
El Fiscal General, Tarek William Saab, prosiguió esta semana su guerra contra la corrupción en la industria petrolera y el presidente Nicolás Maduro respaldó la iniciativa.
El Fiscal anunció la detención del presidente de Citgo, filial de PDVSA, José Ángel Pereira; el vicepresidente de Operaciones de Refinación, Tomeu Vadell; el vicepresidente de Venta General de la Refinería Corpus Christi, Alirio Zambrano; el vicepresidente de Suministro y Comercialización, Jorge Toledo; el vicepresidente de Relaciones Estratégicas con Accionistas y Gobierno, Gustavo Cárdenas, y el vicepresidente de Servicios Compartidos, José Luis Zambrano, acusados de facilitar la suscripción de contratos en condiciones desventajosas para la empresa.
El Tribunal tercero de Control de Caracas les dictó el miércoles la correspondiente privativa de libertad.
El nuevo presidente de Citgo es Asdrúbal Chávez.
Vale recordar que Rusia posee casi la mitad de las acciones de Citgo y se dice que la guerra contra la corrupción en la industria petrolera es una exigencia rusa.
Hasta esta semana han detenido a 50 gerentes por hechos de corrupción dentro de PDVSA.
Entre los detenidos figura el actor Manuel Vicente Sosa Morales, conocido en la farándula como «Coco Sosa», ligado a una hija del desaparecido Hugo Chávez, cuyo caso fue radicado esta semana en Caracas por la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), con ponencia de su presidente, magistrado Maikel Moreno.
El representante por Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y quien fue ministro de petróleo y presidente de PDVSA (2002-2014), Rafael Ramírez, manifestó que desde el año 2012 el fallecido presidente Hugo Chávez conocía la situación de PDVSA y el problema cambiario en el país.
Ante su planteamiento sobre lo tardío de las medidas en la industria petrolera fue criticado por la constituyente Iris Varela y a eso respondió: «Quien me ataque a mí debe pensar aunque sea un poquito por qué el ex presidente Chávez me tuvo 12 años a su lado».
El presidente Nicolás Maduro también rechazó sus críticas.
La guerra dentro del chavismo sumó la destitución del general Carlos Rotondaro como presidente de la Junta Directiva del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), cargo que ocupará Luis Salerfi López Cheja en condición de encargado. Rotondaro era de confianza de Chávez.
Mugabe marca el camino
Después de 37 años de autocracia, Robert Mugabe dimitió a la presidencia de Zimbabwe bajo la presión de militares y directivos de su partido que lo destituyeron como presidente del mismo.
Emmerson Mnangagwa, quien fue vicepresidente, es ahora presidente provisional de Zimbabwe.
Decenas de escritos recientes destacan la similitud del gobierno venezolano y el de Zimbabwe. Hugo Chávez repitió muchas acciones del «revolucionario» Mugabe, quien estuvo en Venezuela varias veces.
Cambiar símbolos y el nombre del país, así como convertir a las fuerzas armadas en apéndice de su partido y utilizarlas en contra de la oposición, es parte de lo copiado por Chávez. Nicolás Maduro mantuvo la línea chavista de repetir lo que hacía Mugabe, quien también prometió mejores condiciones de vida para sus ciudadanos, pero el resultado fue la ruina, la desesperanza y la concentración del poder.
En los últimos meses, la corrupción, la hiperinflación y la represión hasta contra sus seguidores, modificó la relación de fuerzas y los militares presionaron hasta que dimitió.
Antes de la llegada de Mugabe, la economía de lo que antes se llamó Rhodesia era considerada una joya africana, hasta por los socialistas vecinos.
Mugabe, en lugar de crear un sistema económico que permitiese la prosperidad de todos los ciudadanos, sin importar su color, se dedicó a castigar a la minoría blanca; expropió miles hectáreas de tierras, industrias y hasta las compañías mineras de los blancos y extranjeros. A pesar de asegurar que iba a repartir las tierras entre los campesinos más pobres, las entregó a sus aliados políticos.
Todo eso también se asemeja a que en Venezuela, la dirigencia del partido de gobierno y muchos militares no están contentos con la cúpula gubernamental. Por eso han ayudado a la Fiscal Luisa Ortega Díaz, al alcalde metropolitano Antonio Ledezma y a otros críticos del gobierno de Nicolás Maduro a escapar del país para que denuncien lo que está ocurriendo en Venezuela y en consecuencia, se dice que el gobierno venezolano ha perdido toda posibilidad de seguir manipulando el diálogo con la oposición.