El precio alcanza niveles no vistos desde hace tres años, el Brent llegó a cotizarse en US$70,38 por barril el día lunes. El mercado justifica el alza por las expectativas de aumento en la demanda en función de los resultados económicos de los países industrializados combinado con una disminución del «Glut» de inventarios con una reducción importante: en los EEUU se estima alrededor de un 20% en 2017 y a una velocidad mayor que la anticipada por la OPEP. Pero también el mercado considera las tensiones políticas como factor para la formación del precio, el colapso de la industria petrolera en Venezuela, con una producción cayendo por falta de inversión, en los 1,7 millones de bpd y cayendo, la tensión en Irak sigue latente, aun cuando Chevron anunció el reinicio de las operaciones de perforación por la disminución de la tensión entre el gobierno local de los kurdos y el central en Bagdad. Finalmente el tema de las sanciones a Irán por parte de la administración Trump ha encontrado resistencia en la UE. El Ministro ruso de Energía, Alexander Novak, declaró que la OPEP no tomará acciones agresivas para el mercado, considerando los niveles de precio actuales del crudo. Para los analistas queda pendiente el esquema de salida del acuerdo de los rusos, cumplido el objetivo del aumento del precio. Como consecuencia de lo anterior, diferentes bancos de inversión han re-estimado el precio del crudo para el 2018. Para Morgan Stanley el precio del crudo estará entre los US$70 a US$75 por barril, en específico para el Brent que lo lleva a US$75 por barril de US$63, su estimación anterior. Por su lado Bank of America-Merryll Lynch estima que habrá un aumento del déficit de unos 430mil bpd de oferta, versus los 100mil bpd originalmente estimados de suministro de crudo, y estima un Brent promedio en US$64 de US$56 por barril en su estimado original. Para el WTI de US$52 en el original a US$60 por barril actualizado. Goldman Sachs por su lado tiene una visión un tanto diferente, por esta razón mantiene su proyección de US$62 por barril y de US$57.50 para el WTI, pero sí acepta el riesgo creciente, que los inventarios globales disminuirían rápidamente y empujarían los precios al alza. Goldman Sachs, en cuanto a la producción en los EEUU coincide con la opinión del mercado sobre el aumento de la misma. Sin embargo, el banco estima que habrá un «lag», un desfase entre la respuesta del precio y el aumento de la producción.
Venezuela.
La entrevista que realizara JVR al M/G Manuel Quevedo ahora Ministro de Petróleo y Presidente de PDVSA, confirma nuestras expectativas sobre la nula posibilidad de la recuperación de PDVSA. La entrevista transcurre con una serie de enunciados repetitivos que vuelven a los temas de sabotaje, de guerra económica, etc. Admite el M/G Quevedo que la situación financiera de PDVSA es muy delicada, obviamente con el elevado nivel de endeudamiento financiero y comercial, y justifica principalmente la situación por la caída del precio del crudo. Luego indica el M/G Quevedo la caída de la producción, para explicar la situación critica de PDVSA y por ende del país. Señala que la producción tiene una declinación de 588 mil barriles y agrega que durante 2018 aumentarán la producción en 1 millón de barriles, es decir que durante este año PDVSA tiene que invertir para recuperar 1.588 mil bpd, es más, señala que ya han recuperado desde su gestión la producción en 1,9 millones de bpd, cifras sin ningún aval técnico en función de la data mostrada por el boletín de la OPEP. Luego indicó que llevará la producción en 2018 a 2.472 mil de bpd incluyendo la recuperación de los 588 mil por declinación de los pozos. A este respecto, no se mencionó ni un cifra sobre las inversiones necesarias para semejante tarea, que desde ya podemos decir no será realizable, tampoco mencionó como la falta de mantenimiento en las instalaciones no tan solo afecta la producción, sino también el sistema de refinación del país y por ende la necesidad de importar combustibles. Con una retórica en la misma línea de sus antecesores, mencionó un supuesto paro silencioso, justifica el gasto en inversión social e incluye la remuneración de los trabajadores petroleros, como parte de la misma. Dijo que el esquema organizativo en cuanto a delegación era causante de la corrupción, pero no explicó cómo tomar medidas para evitar el daño que la misma ha hecho al patrimonio de PDVSA. Indico que para levantar la producción cuenta con el apoyo de Alí Rodríguez, lo cual ya es presagio que no se logrará nada al respecto. Habló del mercado diciendo que continuarán aumentando la venta al mercado de Asia, es decir China. Es oportuno nuevamente mencionar la falta de competitividad de Venezuela, pues otros oferentes tienen ventaja como son los países productores del Medio Oriente, tanto en calidad de crudo como en costes de transporte. De los EEUU dijo que PDVSA exportaba el 31% del crudo y no entendía las sanciones pues afectaban al pueblo norteamericano. Habló del apoyo ruso, pero no indicó como jerarquizan las inversiones del negocio petrolero de Venezuela para Rosneft, quien obviamente invertirá primero en su portafolio ruso.
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En lo personal creo que la tarea del M/G Quevedo será el desmantelamiento de PDVSA y no su recuperación, pues con el modelo económico de la supuesta revolución mientras esté aplicándose en nuestro país, no habrá posibilidad de recuperar la actividad petrolera. No se trata ya de PDVSA que es una empresa técnicamente y financieramente en quiebra. Veremos como la transferencia de actividades, reservas y negocio se vendrá realizando, sin tener la transparencia y sin conocer las condiciones de los acuerdos a tal respecto.
Por último el Departamento del Tesoro de los EEUU advierte a los inversionistas sobre el Petro, según la nota de Reuters que al respecto, dice lo siguiente: «La moneda digital Petro parece una extensión del crédito al gobierno de Venezuela … y por lo tanto expone a cualquier inversionista de los EEUU a un riesgo legal». Maduro busca dinero en el orden de US$6.000 millones, que según la asesoría del grupo VIBE se haría en dos tandas: una en febrero por un valor nominal de US$2.300 millones y un mes después la segunda emisión por US$2.700 millones, la diferencia de US$1.000 millones en marzo del gobierno y VIBE. Esta venta disfrazada de reservas, sin la legalidad requerida, apunta a otro fracaso.
Twitter@JFernandeznupa