El derribo del dron estadounidense MQ-9 Reaper por parte de fuerzas rusas en la península de Crimea, el pasado martes, sigue generando tensiones en la región del Mar Negro. Como resultado, el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, anunció que permitiría el paso por el paso del Bósforo a naves de guerra de EEUU hacia el Mar Negro, de acuerdo a las prerrogativas que le da la Convención de Montreaux.
La Convención de Montreaux es un acuerdo internacional que regula el paso de buques de guerra a través del Estrecho del Bósforo y los Dardanelos, que conectan el Mar Negro con el Mediterráneo. Establece ciertas restricciones en cuanto a los tipos de buques que pueden pasar y las condiciones en que lo hacen, así como también otorga a Turquía el derecho de controlar y regular el tráfico en la zona.
Según Nacho Montes de Oca, periodista especializado en relaciones internacionales, esto podría ser una jugada para evitar que Rusia se apropie del resto del dron, ya que aún queda por definir si pedirá pasar con naves de protección.
En este contexto, la flota rusa del Mar Negro zarpó, lo que ha generado especulaciones sobre si se trata de una respuesta al anuncio turco o una misión para tratar de llegar a los restos del Reaper. Montes de Oca afirmó en su cuenta en Twitter que «Putin debe estar feliz con sus pilotos» y que «lo que queda del dron sigue siendo propiedad de EEUU. Si intenta tomarlos, Rusia escalaría más la tensión».
Además, el periodista español destacó que esta situación ocurre en un momento de estrés para la economía turca debido al sismo de febrero y de un claro pedido de EEUU, lo que ha cambiado el tablero de juego en la región. Desde la invasión, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, había impedido el paso de naves de guerra por el Bósforo invocando una neutralidad conveniente al control de materias primas de Ucrania y Rusia. Sin embargo, la situación parece haber cambiado tras el derribo del drone y la entrada en juego de Rusia en la región.
En resumen, la tensión en el Mar Negro sigue aumentando a raíz del derribo del drone estadounidense en la península de Crimea. La decisión de Turquía de permitir el paso de naves de guerra de EEUU hacia el Mar Negro podría ser una jugada para evitar que Rusia se apropie del resto del dron, mientras que la flota rusa del Mar Negro zarpó generando más incertidumbre en la región. Por su parte, Montes de Oca, destacó que «lo que queda del dron sigue siendo propiedad de EEUU. Si intenta tomarlos, Rusia escalaría más la tensión».
También te puede interesar: