El almirante Rob Bauer, presidente del Comité Militar de la OTAN, advirtió que las fuerzas aéreas y marinas rusas «no están siendo mermadas» y son «muy capaces», pese a la guerra en Ucrania.
Agregó Bauer que los sistemas de misiles y las fuerzas terrestres sí que han sido «seriamente comprometidas y golpeadas» por la invasión,
minimizando la posibilidad de que Rusia use fuerzas terrestres para atacar a algún país de la Alianza, y remarcó que la probabilidad es «muy, muy, muy baja».
«Esta es la razón por la que decimos a los países de la OTAN que, si quieren dar cualquier capacidad o sistema armamentístico, se lo den a Ucrania. Nosotros podemos asumir cierto riesgo cuando se trata de fuerzas terrestres, porque las rusas no están capacitadas para atacar a la OTAN ahora mismo», insistió el dirigente militar neerlandés.
Sin embargo, el alto funcionario señaló que los efectos de la invasión rusa de Ucrania seguirán latentes durante al menos toda una década, y que su impacto también va a trasladarse más allá del terreno militar hacia la esfera económica o empresarial, por ejemplo, ya que, según él, una «guerra es un evento que afecta a toda la sociedad».
«Nos guste o no, esta guerra va a afectarnos durante los próximos diez años. No habrá terminado incluso cuando ya haya terminado», aseveró el jefe del Comité Militar de la OTAN.
Por qué importa: Bauer advirtió que lo mejor es seguir ayudando a Ucrania el tiempo que sea necesario, “porque la ambición rusa no termina en Ucrania, sino que abarca toda una zona de protección alrededor de Rusia que incluye a países que desde 1997 se han convertido en miembros de la OTAN”.
Profundiza en el tema: Haz click aquí