No se trata de evitar una guerra civil. No la habrá, porque los militares, únicos con instrumentos físicos para desatarla, resolverán entre ellos sus diferencias y problemas(...) La destrucción del aparato productivo, la ruina de la estructura física y el colapso financiero serán suficientes para que el ciclo revolucionario cierre con una debacle nacional
Debemos y conviene facilitar el retorno al campo democrático de la izquierda eterna que en 1992 se entusiasmo con el 4F y en 1998 llevó al poder lo que resultó ser otra gorilada, sólo que más devastadora que cuantas se han abatido sobre estos países latinoamericanos que no acaban de alcanzar la edad de la razón política
Mientras en la calle la juventud  y los políticos pagan su cuota de inmolados por el cambio político, entre Fuerte Tiuna y el Vaticano militares y curas buscan una solución que empieza por  salvoconductos para los jerarcas del régimen