La salida de Alejandro Gil se produce en medio de la controversia por el aplazamiento de medidas económicas críticas, incluidas las significativas alzas en el precio del combustible y el transporte.
El Gobierno cubano ha tomado la decisión de destituir a Alejandro Gil de su cargo como ministro de Economía, un movimiento que ha sorprendido a analistas y observadores internacionales, teniendo en cuenta el delicado momento económico que atraviesa la isla. La noticia fue divulgada este viernes por la televisión estatal, marcando un punto de inflexión en la gestión económica del país.
Gil, quien ocupaba el puesto desde 2018, se ve desplazado en un contexto donde Cuba enfrenta el mayor plan de ajuste económico de las últimas décadas. Este ajuste incluye medidas extremadamente impopulares, como el anunciado aumento del 400% en el precio de la gasolina, una decisión que fue posteriormente aplazada sin fecha definida, lo que ha generado una considerable incertidumbre en la población y entre los analistas económicos.
La serie de aplazamientos no se limita al aumento en el precio del combustible. El Gobierno también ha decidido posponer incrementos en las tarifas de los buses interprovinciales, el ferrocarril, y los vuelos internos, con alzas que iban desde el 400% hasta el 600%. Estas medidas forman parte de un paquete anunciado en diciembre pasado, destinado a enfrentar la profunda crisis económica que afecta al país, exacerbada por la pandemia de COVID-19 y el endurecimiento de las sanciones internacionales.
La destitución de Gil puede interpretarse como un intento del Gobierno cubano por calmar las aguas frente a la creciente preocupación y descontento social provocados por el anuncio de estas medidas. Aunque no se ha proporcionado una razón oficial para el cese, es evidente que la gestión de la crisis económica y la implementación del plan de ajuste están en el centro de esta decisión.
La salida de Gil abre numerosos interrogantes sobre el rumbo que tomará la economía cubana en el corto y mediano plazo, especialmente en lo que respecta a la implementación de las reformas económicas anunciadas. La comunidad internacional y los ciudadanos cubanos estarán atentos a los próximos movimientos del Gobierno, esperando señales claras sobre cómo se enfrentará la compleja situación económica sin comprometer aún más el bienestar de la población.
Este cambio en el gabinete económico de Cuba llega en un momento crítico para el país, que busca navegarse entre la necesidad de reformas económicas profundas y la imperativa de mantener la estabilidad social. La eficacia de las medidas económicas, así como la capacidad del nuevo ministro de Economía para llevar a cabo el ajuste sin provocar un descontento mayor, serán clave en los próximos meses.