El chavismo intensifica los pecados originales de la revolución, al punto que hasta su principal defensa, los Clap, ya son denunciados no como una ayuda al pueblo, sino como una nueva forma de enriquecerse. ¿Y después?
El continuismo no es solo un mal de los países de Sudamérica como Nicaragua, Honduras, etc. También lo sufren los habitantes del Congo, Gambia y Corea del Sur